Con el transcurso del tiempo se acondicionó debidamente
este mercado, al que el vulgo designó con el nombre de "el Parián", construyéndose
en el sitio que ocupaba, una especie de pérgola circular con pilares de
cantería que, aunque modesta, imitaba en su estilo al de la hermosa columnata
que adorna la plaza de San Pedro en Roma.
Ocupó una de las explanadas del claustro del Convento de los Carmelitas, la otra era el jardín del Niño Artillero; después se construyeron las escuelas Independencia y Tresguerras: Soldara
AGP
El sitio conocido como El Parián, en Celaya, fue una
explanada, ubicada en la parte norponiente del templo del Carmen, que al final
de la Guerra de Reforma o de los Tres Años, en 1861, se destinó al comercio
popular, luego de que el Jefe Político de la ciudad, José María Marañón,
desalojó a los comerciantes que estaban establecidos, desde tiempos de la
colonia, en la Plaza Principal o Plaza Constitución.
En el lugar donde se instalaron los comerciantes, se
construyó, posteriormente, una pérgola circular con pilares de cantería para para
embellecer el lugar y para comodidad de los comerciantes. La obra se concluyó e
inauguró el 5 de mayo de 1874, por el jefe político del momento, el coronel
Florencio Soria, según quedó plasmado en el medallón de la parte central.
De acuerdo con estos datos, consignados por los
historiadores, se puede asegurar que esta pérgola no pudo ser construida por el
arquitecto celayense Francisco Eduardo Tresguerras, a quien popularmente se le
atribuye, por el hecho de haber sido quien construyó el nuevo templo y convento
de los carmelitas, luego del incendio de 1802, que acabó con el anterior,
construido por fray Juan de San Miguel.
Vita de la explanada donde se instaló el mercado el Parián, desde la calle Tresguerras. |
El cambio de los comerciantes de la Plaza Constitución a la
explanada del exconvento, se debió a las obras de restauración y mejoras que
emprendió el Jefe Político José María Marañón, al término de la Guerra de los
Tres Años, empezando por la Plaza Principal, que convirtió en un bello jardín
con una larga banca de “cal y canto”, dejando en el centro una fuente y la
columna de la Independencia que había colocado ahí Francisco Eduardo
Tresguerras, según relato de la Historia de Celaya, de Don Luis Velasco.
Entre otra de las obras emprendidas por el Jefe Político de
Celaya fue la apertura de la calle conocida hoy como Tresguerras, lo que puso
al descubierto la explanada del convento, que estaba abandonada debido a expropiación
y al no haber comprador.
Durante los 45 años que funcionó el mercado el Parián en
esta explanada, desde 1861, los comerciantes de la ciudad y pobladores de la
zona rural, que traían a vender los productos del campo, como granos, verduras
y animales, se reunían este lugar, hasta que fue abandonado en 1906, cuando se
trasladaron al nuevo mercado “Joaquín Obregón González”, hoy José María
Morelos.
Actual vista exterior de la escuela primaria Independencia, que ocupa el lugar donde estaba el Parián, |
“En el lado contrario al "Parián", y en otro de
los patios del ex-convento del Carmen, que al demolerse la tapia que lo
limitaba quedó al descubierto, se formó otra plazuela en la que también se
colocaron puestos y vendimias, a la cual en nuestros días se ha dado el nombre
de "Plaza del Niño Artillero". Ambas plazas, la del mercado y esta
otra, quedaron comunicadas por un ancho corredor cubierto con una bóveda que
sostenía parte de los claustros del convento; y la huerta del mismo fue
dividida por una calle que se abrió para alargar la de la "Pila Seca"
hasta la que actualmente se denomina "Juárez"; dándose algunos años
después a aquélla, ya prolongada, el nombre de "5 de Mayo", que hasta
el presente conserva”, cita Don Luis Velasco.
En los predios donde estaban el Parián y el jardín del Niño
Artillero, posteriormente, ya en siglo XX, se construyeron los edificios de las
escuelas primarias Independencia y Tresguerras, respectivamente.
SIGNIFICADO DE LA PALABRA PARIÁN
El nombre de “parián” tiene un origen tagalo filipino, que
significa mercado y viene también de la palabra “parao”, del dialecto pothwari,
de Paquistán, que significa lugar de descanso o parada temporal de un viaje
largo.
Según Wikipedia, en México durante el siglo XVII y XIX se
construyeron varios centros comerciales, de este tipo, en diversas ciudades. Su
importancia radicó en la clase de productos que ahí se comercializaban: sedas,
telas, zapatos, perlas, especias, entre muchos otros productos finos, que
traían del Lejano Oriente. No fue el caso de Celaya.
LOS CARMELITAS
Los primeros religiosos carmelitas, que llegaron de Morelia
a Celaya en 1597, encabezado por fray Pedro de San Hilarión, recibieron en
donación predios propiedad de Don Juan del Castillo y de Don Francisco
Hernández Molinillos, donde iniciaron la construcción del primer templo; para
1599 ya tenían también un convento, según relata fray José de Jesús Orzco
Mozqueda, responsable del Archivo Histórico de la Provincia de los Carmelitas
Descalzos en México.
El segundo templo y convento de los carmelitas, que se
construyeron, estuvieron a cargo de Fray Andrés de San Miguel, los cuales se
concluyeron hasta por el 1633 con fray Luca de la Cruz, como prior de convento
de Celaya.
La plaza o jardín del Niño Artillero en la parte nororiente del templo del Carmen. |
Con la aportación de algunos vecinos y la adquisición de
nuevos predios, el convento y huerta se extendieron, según refieren algunos, hasta
la hoy calle de Los Aztecas y otros indican que iban más allá, consideró el
historiador Rafael Soldara Luna, de acuerdo al plano de Francisco Eduardo Tresguerras,
que se encuentra en el Museo de Arte de Celaya, y un plano topográfico de 1869,
elaborado por el ingeniero topógrafo y agrimensor José Ignacio Pérez, que se
localiza en el Museo de Celaya Historia Regional.
Lo que fue El Parían entre 1861 a 1906, corresponde a un
terreno del claustro del convento de los carmelitas, porque a partir de lo que
hoy es Núñez de la Rioja empezaba la huerta del convento, donde había jardines
y varias capillas pequeñas para los retiros de los frailes, según comentó fray
Salvador Corona, de los padres carmelitas, quien nos remitió a los estudios y
escritos de fray José de Jesús Orozco Mosqueda, responsable del Archivo
Histórico de los Carmelitas Descalzos en México.
La calle que hoy conocemos como 5 de Mayo, se abrió
expresamente para conmemorar un aniversario de la entonces reciente Batalla de
Puebla, donde el Ejército Mexicano salió triunfante de la invasión francesa.
Posteriormente se instaló ahí el Molino del Carmen, propiedad de Don Eusebio
González, esposo de Doña Emeteria Valencia.
La calle 5 de Mayo se abrió después de las Batallas de Puebla para conmemorar este acontecimiento, aquí se instaló el Molino del Carmen. |